Amplía tu conocimiento sobre la quiropráctica
y entiéndela

La Quiropráctica es la profesión sanitaria encargada del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético, y de los efectos que producen éstos en nuestra salud general.

Es un cambio estructural, funcional o patológico que compromete la función del sistema nervioso y que puede llegar a influir en la actividad de otros sistemas del cuerpo y en nuestra salud. Podemos tener subluxaciones en cualquier articulación, pero cobran mayor importancia las de la columna vertebral al ser ésta el origen de los nervios periféricos. Una vértebra se desalinea, pierde su correcto movimiento y genera una irritación en el nervio; el sistema nervioso ve mermada su función, deja de funcionar al 100%, lo que provoca una reducción de nuestra salud, la aparición de una patología y, finalmente, la aparición de un síntoma.

El tratamiento quiropráctico NO consiste en dar masajes. Se basa en ajustes articulares, los cuales, aunque incluyen todas las articulaciones del cuerpo, se centran sobre todo en las subluxaciones de la columna vertebral. Los ajustes son muy rápidos y efectivos, y exigen una gran habilidad y conocimiento obtenidos a los largo de varios años de estudios universitarios.

El ajuste consiste en una fuerza específica sobre un segmento concreto que tiene una limitación de movimiento, de forma que se restaure el movimiento de esa articulación, desaparezca la interferencia del sistema nervioso y se restablezca al 100% la función del organismo.

El sonido que aparece tras algunos tipos de ajustes se debe a un cambio de presión de los gases de la cápsula articular. No siempre que se realiza un ajuste se oye, pero es un sonido muy normal y no tiene ninguna importancia.

El término oficial y reconocido para esta profesión, tanto por la Asociación Española de Quiropráctica como por las asociaciones hispanoamericanas de Quiropráctica, es el de Quiropráctica y no Quiropraxia. El término Quiropráctica es la traducción oficial del inglés “Chiropractic”, término original que se acuñó para esta profesión en 1895 en Estados Unidos, su país de origen.

La Quiropráctica NO es ninguna especialidad de la Medicina; es una profesión independiente que se estudia en facultades universitarias específicas de Quiropráctica. La carrera Quiropráctica comprende entre 5 y 7 años y el número de horas de estudio es semejante al de las facultades de Medicina. En Quiropráctica no se estudia, por ejemplo Cirugía, pero se profundiza mucho en el estudio de Fisiología, Anatomía, Radiología y Técnicas de Ajuste.La Traumatología SÍ es una especialidad de la Medicina y nada tiene que ver con la Quiropráctica, cada una trabaja de una manera y se complementan perfectamente.

La Osteopatía es un enfoque asistencial, el cual, a partir de un sistema de diagnóstico y tratamiento específico, pone especial atención en la estructura del individuo y en los problemas mecánicos que en la misma pueden aparecer. Se basa en que la salud y el correcto funcionamiento del individuo dependen de la integridad estructural global del cuerpo. Mediante la Osteopatía se busca re-equilibrar el organismo centrándose en la estructura (definición del Registro de los Osteópatas de España).

La titulación de Quiropráctica ofrece una formación que es totalmente homogénea en todo el mundo, gracias al control del Consejo de Educación Quiropráctica. Esa homogeneidad es única en el campo de todas las profesiones que utilizan terapias manuales de la columna vertebral. También son exclusivos tanto el ajuste manual específico que realiza el quiropráctico, como los principios en los que se fundamenta el ejercicio de la profesión, considerando al individuo en su totalidad en vez de limitarse al tratamiento sintomático. Además, la Quiropráctica considera el Sistema Nervioso como el sistema predominante en el control del equilibrio general de nuestro cuerpo.

La Fisioterapia es una disciplina de la Salud que ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas (definición del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid).

Se diferencia de la Quiropráctica en muchos aspectos, de hecho son complementarias, ya que cada una tiene un enfoque y un modo de actuación. La principal diferencia de la Quiropráctica es su enfoque y filosofía; el quiropráctico enfoca su trabajo en la optimización de la capacidad de auto-regeneración y curación del organismo, actuando sobre la causa y origen de los problemas y no sobre la sintomatología. Además, la titulación del quiropráctico le capacita para ejercer como un facultativo de atención primaria.

La Quiropráctica no tiene en absoluto nada que ver con los masajes. El uso reciente de la palabra quiromasaje para referirse a los masajes se da exclusivamente en España, produciendo una lamentable confusión lingüística que a veces puede inducir al error.

La formación del quiropráctico consiste en estudios universitarios con una duración de entre 5-7 años dependiendo de la universidad y el plan de estudios. Actualmente es posible estudiar la carrera en España en el Real Centro Universitario Escorial-Mª Cristina y en el Barcelona College of Chiropractic. Estos años de estudios capacitan al profesional quiropráctico para interpretar manifestaciones de posibles subluxaciones vertebrales a través de radiografías o pruebas, y para, posteriormente, corregir el complejo de subluxación vertebral. El número de horas de estudio y las asignaturas impartidas le forman para ser un profesional de atención primaria capacitado para determinar su propia actuación terapeútica y derivar al paciente a otros profesionales sanitarios en caso necesario.

Sencillamente no es posible. No se puede comparar un mínimo de 5 años de estudios que comprende la carrera  de Quiropráctica con una serie de fines de semana repartidos en unos meses o un par de años. Durante estos años se profundiza en el conocimiento del cuerpo humano y se aprenden principios científicos para establecer un correcto diagnóstico y técnicas de ajuste de gran complejidad, imposibles de aprender en unas cuantas semanas o meses.

Una forma de saber que tu quiropráctico cumple con la formación necesaria es preguntando en la Asociación Española de Quiropráctica, ya que esta asociación sólo acepta entre sus miembros a quiroprácticos  titulados en una universidad reconocida por el Consejo de Educación Quiropráctica. Puedes buscarlo tú mismo visitando la web de la Asociación: http://www.quiropractica-aeq.com

No. El cuidado quiropráctico no supone una terapia agresiva hacia el individuo. La Quiropráctica actúa sobre el sistema nervioso con el fin de permitir que la capacidad de auto-mantenimiento y auto-recuperación de nuestro cuerpo funcione con normalidad. Es posible que durante las primeras sesiones de este proceso, los cambios fisiológicos experimentados por nuestro organismo lleven a una variación de la sintomatología o a una sensación de cansancio. En otras ocasiones, tras las primeras sesiones se puede sentir una sensación inmediata de alivio, depende mucho de cada organismo. El mejor aliado del trabajo quiropráctico es el propio organismo del paciente.

La formación del quiropráctico le capacita para el reconocimiento de cada caso. Millones de pacientes de todas las edades en el mundo acuden cada día a la consulta del quiropráctico encontrando una solución a sus problemas sin sufrir efectos negativos. Esto se debe al alto grado de profesionalidad y calificación, y al hecho de que los ajustes quiroprácticos actúan siempre a favor de la fisiología del organismo sin dar lugar a efectos secundarios. En caso de que tu quiropráctico considerará que es necesario tratar tu caso con otro enfoque diferente, te lo dirá y te derivará a otro profesional sanitario.

La duración de las sesiones depende del caso y de la técnica de ajuste. La primera sesión en la que se analiza el caso y se realizan las pruebas específicas y un primer ajuste suele durar entre 40-50 minutos. Las visitas posteriores duran menos tiempo, el necesario para corregir las subluxaciones.

No es necesario. Se recomienda llevar ropa cómoda para facilitar determinados ajustes quiroprácticos pero no es un requisito imprescindible.

No es necesario. La Quiropráctica trabaja en la prevención, detección y corrección del complejo de subluxación vertebral. Lo ideal es prevenir los problemas, detectarlos antes de que hayan dado lugar a la aparición de síntomas. Lo normal, sin embargo, es que a la primera visita acudan personas con problemas crónicos o con síntomas y dolores. No obstante, sí es común, que tras la resolución de sus síntomas continúen acudiendo a los ajustes quiroprácticos para prevenir la reaparición y mantener su cuerpo en las mejores condiciones.

Las subluxaciones dan lugar a una larga variedad de sintomatología diferente dependiendo de su origen, duración y localización. Las patologías que se presentan con más frecuencia suelen ser hernias discales, migrañas, dolor en alguna región de la espalda, túnel carpiano, ciática, mareos,… Lo común es que las personas con estas patologías lleven tiempo sufriéndolas y no hayan encontrado solución por otros medios, hasta que recurren a la Quiropráctica.

Los quiroprácticos consideran que el cuerpo puede curarse a sí mismo. Hay que ir al origen del problema y permitir que sea el propio cuerpo con su capacidad de auto-curación el que recupere su estado de salud. Al eliminar las irritaciones en el sistema nervioso permitimos que nuestra columna recupere su correcto movimiento y que el sistema nervioso se restaure y funcione al 100%, siendo así capaz de actuar sobre esos síntomas, de la misma forma que un arañazo se cura sin más ayuda que el mantenerlo limpio.

En el caso de que su patología concreta no tuviera solución mediante ajustes quiroprácticos, el profesional quiropráctico será claro con usted y le referirá al profesional sanitario que precise.

Al trabajar a favor de nuestra fisiología, la Quiropráctica no tiene contraindicaciones para ningún rango de edad. Existen muy diversas técnicas que permiten adaptar los ajustes a la edad y condiciones de la persona, desde bebés con apenas unos días hasta personas muy mayores, la Quiropráctica se adapta a cada uno de nosotros. De hecho, los niños, los ancianos y las mujeres embarazadas tal vez sean los que más se beneficien de la Quiropráctica en su función de prevención.

Sí, no hay ningún problema porque la Quiropráctica no es incompatible con otras terapias, pero es importante que informes a tu quiropráctico de los tratamientos que estás siguiendo.

La profesión quiropráctica todavía no está regulada en España, a pesar de que sí lo está en países socios y vecinos europeos, está reconocida por el Parlamento Europeo de Estrasburgo, por la Organización Mundial de la Salud, y está desarrollando un rápido desarrollo a nivel mundial. Ejercen la profesión alrededor de 100.000 doctores en Quiropráctica repartidos principalmente por América del Norte, Australia y Europa Occidental. En muchos de estos países los resultados de los estudios coste-eficacia del cuidado quiropráctico, que se plasman en cuantiosos beneficios económicos para las finanzas del estado, fueron la motivación de integrar la profesión dentro su sistema sanitario. A pesar de los constantes esfuerzos que se realizan desde la Asociación Española de Quiropráctica para poner fin a esta anomalía española en cuanto al estado de la profesión, hasta ahora no ha habido respuesta.